La primera versión de Alerta en el Orzán, un capÃtulo diario que José Luis Ducid escribÃa y enviaba a sus contactos por WhatsApp durante el confinamiento que siguió al estado de alarma del pasado marzo, comenzó a distribuirse de forma natural en redes sociales. La rocambolesca deriva de un personaje que trata de mantenerse a flote a base de boogie-woogie, alcohol y otros psicotrópicos en medio de este recién gestado mundo aséptico, encontró la empatÃa instantánea de los lectores, que reclamaban su dosis diaria de locura como antÃdoto, quizás, contra un sinsentido mayor que todavÃa nos envuelve.