La joven Beatriz viaja a la Corte de Zaragoza acompañando a su padre, un noble consejero del rey Alfonso II de Aragón. Su inteligencia y un extraño don que le permite saber los acontecimientos que están por venir, la convierten en amiga y consejera del rey Pedro II de Aragón. Narrada en primera persona, la voz de Beatriz cuenta la plácida vida en el palacio de la Aljafería, los terribles acontecimientos que vivieron los cátaros del Languedoc, su relación con personajes históricos apasionantes, como la reina María de Montpellier o la condesa y trovadora Gersenda de Sabran, y muy especialmente nos acerca a la figura del rey Pedro II de Aragón. Este rey, héroe de las Navas de Tolosa, es uno de los olvidados. En él descubrí una personalidad muy atractiva, y aunque quizá su política no fue la más fructífera, al igual que la joven Beatriz, yo también caí rendida a sus encantos, y ya no paré hasta escribir una novela que rescatara la figura del rey más cortés, más afable y tan buen caballero para las armas como leal para sus caballeros, como fue Pedro II de Aragón.
