¿Es posible ponerse en el lugar del enfermo? ¿Cómo tomar las decisiones que les afectan? Con el cambio de siglo se ha reconocido la dimensión global de la Bioética y, también, la necesidad de incluir distintos enfoques: multicultural, feminista, empírico y narrativo. A través de este libro se analizan tres argumentos que justifican la complementariedad entre Bioética y Literatura: Bioética y narración; casos para deliberar y cuestiones de método.
El uso de relatos, analogías y ficciones es una posibilidad para entender mejor el dolor y otras experiencias, propias y ajenas. Esto es importante en el campo de la Bioética y, como se trata de «contar bien», no sólo de contar algo, el enfoque normativo se ha mantenido a lo largo de la obra. El uso reflexivo de lo literario se ha puesto a prueba en el análisis de casos. Las ficciones pueden ir más allá de los datos, es más, lo hipotético interviene en la construcción de argumentos sobre casos difíciles ¿Qué tipo de casos? Pues bien, la situación de los pacientes con deterioro cognitivo, las ventajas y los límites del cuidado, el derecho a la salud desde una perspectiva de género, y las analogías en los derechos de los no humanos muestran por qué hay que contar con principios válidos y, al mismo tiempo, con prácticas coherentes. El uso crítico de las ficciones está relaciona-do, además, con la deliberación.
En este procedimiento puede tener cabida tanto la información directa como indirecta, para romper algunas barreras en la comunicación. El dolor y la compleja operación de ponerse en lugar de otro, en sus zapatos, elevan muchas de esas barreras; en ocasiones, hará falta poner cierta distancia entre los hechos y el análisis de éstos. La dureza de ciertos acontecimientos y experiencias requiere algo más: el velo de la escritura.
