Agüera Espejo-Saavedra, Isabel / Novoa, Teresa
HabÃa una vez un manzano que ya estaba viejo. Por eso, el hortelano decidió talarlo. El pobre manzano se quedó muy triste porque creÃa que ya no servirÃa para nada. Llegó el invierno y muchos animalitos le pidieron cobijo. El manzano los acogió a todos y se hizo amigo de ellos.