«Mi casa se caracteriza por la ausencia de caracterización. Se asemeja a muchas otras casas casi señoriales de principios de siglo, construidas en ladrillo antes de la irresistible irrupción del hormigón armado; carece casi por completo de ornamentos, si exceptuamos algunas tÃmidas reminiscencias Liberty en las chambranas que coronan las ventanas, y en las puertas de madera que se asoman a la escalera. Es austera y funcional, inexpresiva y sólida: lo demostró durante el último conflicto, cuando soportó todos los bombardeos, superándolos únicamente con algunos daños en los cerramientos y alguna que otra grieta, que luce todavÃa con el orgullo con que un veterano lleva sus cicatrices».Este libro de Primo Levi cuenta con la misma disposición de espÃritu que da vida al hábito mental cientÃfico, a la mesura del escritor y del moralista.