Si la luz del otoño pudiera reducirse
a la luz y al otoño
y ya no hubiera barro que quitar de la ropa
si fueran las palabras belleza entre algodones
y se hiciera posible
sellar un pasaporte contra la adversidad,
para qué tantos dÃas, tantas horas gastadas,
si con las cicatrices que nunca se borraron escribà mi silencio
CICATRICES
MarÃa Rosa Vicente Olivas