En esta obra, Luis Noyola analiza la vida y obra de Ramón López Velarde. Se centra en las influencias que obraron en el espíritu creador del poeta zacatecano, muy particularmente aquellas que, cuando niño y adolescente, le señalaron rumbos y despertaron sus primeras emociones hasta llegar a la esencia de su obra, de su significación genuina y su íntimo temperamento creativo.