El libro de Manuel Ruano (Argentina, 1943) reúne tres de sus poemarios: Mirada de Brueghel, El lector de pensamientos y El barco de los locos. Estos poemas, que a veces tienen el gris de la paleta de Durero o las violencias de Quevedo y del Bosco, reflejan el infierno del siglo XX. El poeta ensaya una solidaridad desde el sótano más hondo, la esfera de los orgullosos y la celda de la soberbia. De su oficio dice el propio Ruano: "El peor pecado de un poema está en no tener nada que decir. Y al tener qué demonios decir, la virtud está en el saber decirlo".