Lo que conocemos del cristianismo primitivo son sobre todo las cuestiones teológicas, los personajes ilustres y los acontecimientos más llamativos. Este libro amplia nuestra mirada a un campo todavÃa por descubrir: la vida cotidiana de los primeros cristianos. ¿Cómo vivÃan?, ¿qué problemas tenÃan para conciliar su realidad con el Evangelio?
Para ello, nada mejor que servirnos de un concepto básico en la Antigüedad: la casa-familia. Una casa-familia que vivÃa su fe con carácter inclusivo, procurando eliminar toda división; una casa-familia que acogÃa a los más necesitados dando sentido a sus vidas; una casa-familia donde se compartÃa lo que se era y lo que se tenÃa (limosna); y una casa-familia abierta al mundo en que vivÃa.