Cuando el teólogo Yves Congar habÃa alcanzado el reconocimiento y se encontraba en plena madurez intelectual, publicó su extensa investigación sobre el EspÃritu Santo. Aquella obra supuso en la Iglesia latina un revulsivo para recuperar la figura de la tercera Persona de la Trinidad. Sin embargo, al autor no le bastó con plantear este tema para los profesionales de la teologÃa y los lectores de ensayos crÃticos. Consideraba que debÃa llegar al gran público, para que nutriera la reflexión, la vida y la celebración de los cristianos de Occidente del mismo modo que sucedÃa en Oriente. Cuestiones como el proceso de divinización bautismal, la edificación de la Iglesia como comunidad santa, la celebración de la eucaristÃa que instaura ya aquà el Reino, la práctica de la caridad, y la inculturación del evangelio en el arte, el pensamiento y la organización social, no podÃan quedar al margen del EspÃritu de la vida. Este libro es, en el fondo, un regalo. Concebido sin pretensiones, constituye un testamento espiritual donde el EspÃritu Santo es visto como el «visitante» que anhelan todas las criaturas; la «fuerza» que dinamiza y llena de dones la existencia personal; el «huésped» que llama a la puerta para que quien le abre permita que more en él. Yves Congar está considerado uno de los grandes teólogos e historiadores de la Iglesia en el siglo XX.
